nunca vi un silencio tan blanco
ni una ferocidad tan blanda
festejo
cuando la fuerza y el dolor
son capaces de alimentar el fuego
de todas mis ventanas.
Podría dejarme
invadir la carne
o descubrirme atravesada
verticalmente por una palabra
podría ser materia revuelta hecha de contagio
sustancia entreverada con tu hermosura violenta.
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