miércoles

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hielos dos en medio y arriba moviéndose en tintes que natura non da
con verdadera verdad dará el dato suturará suelta con hilo negro
lo que salamanca non presta

domingo

Llega mucho después de lo estipulado y en su cara se esconde una casa de principios de siglo pasado, llena de puertas altas que no son ella . En la parte de atrás hay tres limoneros, pasto hasta la nuca y una enamorada del muro (el del fondo). Habla perdida en su propio diálogo desde el sillón de mi casa, evoca su pasado con ganas de bolero y me paraleliza, me vuelvo una sonrisa diferente proviniendo de un cuerpo diferente. En la puerta del placard hay un espejo, que de estar entreabierta reflejaría el sillón del comedor. En ese sillón a veces se sentaría alguien que sólo se puede ver mirando de costado y de un golpe.
_Es que yo le hice la vida imposible a esa señora cuando era chica y ahora que no quiere dejar mi casa.




















foto
Hay ciertos muebles que vibran por efecto, imperceptible para los pies, de la fabrica de al lado. Hacen un ruido persistente, agudo y pequeño, como un grillo o una chicharra afónica. Me obsesiona no poder sentir el vibrar de las paredes con los dedos, los codos o la cabeza. Su onda expansiva me empuja los tímpanos pero no la piel, me modifica el cuerpo de extrañas formas sensoriales pero no lo toca, directo y contundente, como todo lo que tira y pesa.
La escucho como las otras miles de veces sin hacer interrupciones, hasta que empieza a tratar de cabalgar los miles de límites de mi calidad de oyente. Despierto el corte abrupto que rompe con la somnolencia del diálogo y la devuelve.




lunes

vos, mi amor, potencias mi inutilidad
social política y discursiva
vos, mi amor, sos mi teoría de la nulidad
mi tesis del desengaño, mi berretada

fushh! salite del torrente que me coagulas las ganas

martes













o ponto da trama